Por qué un router anticuado puede comprometer la seguridad de su compañía
En la era digital actual, donde la interconectividad es la norma, los routers actúan como custodios de la información empresarial. Estos artefactos, que en ocasiones pueden ser infravalorados, controlan el tráfico de datos entre nuestros dispositivos y la red global. Sin embargo, eventos recientes han puesto de manifiesto las vulnerabilidades que pueden estar presentes en una gran cantidad de routers, lo que genera preocupación por la protección de la información confidencial que manejan las empresas.
En febrero de este año, investigadores descubrieron una vulnerabilidad que afectaba al software "wpa_supplicant", un programa de código abierto que implementa mecanismos de protección para redes Wi-Fi, como WPA (WiFi Protected Access). Este fallo permitiría a los hackers crear redes Wi-Fi falsas que imitan la red original, consiguiendo que los usuarios se conecten de forma automática sin saberlo. Una vez conectados, los hackers pueden interceptar el tráfico de datos y acceder a información confidencial, infectar con malware o ransomware, comprometer correos electrónicos o llevar a cabo robo de credenciales. Si bien esta vulnerabilidad ya fue comunicada al proveedor y ha sido parcheada, los dispositivos más antiguos pueden seguir siendo susceptibles a este tipo de ataques.
4 riesgos de seguridad en routers antiguos
Los routers han experimentado una notable evolución a lo largo del tiempo, incorporando funciones cada vez más avanzadas. Sin embargo, a pesar de ser un dispositivo indispensable para el correcto funcionamiento de las redes empresariales, en ocasiones sufren una obsolescencia sigilosa, ya que caen en el olvido una vez configurados. Esto, supone grandes riesgos para las empresas, ya que pueden ser vulnerables debido a:
- Firmware obsoleto: una vez que un dispositivo llega al final de su vida útil (EoL), las actualizaciones de firmware dejan de estar disponibles. Esto deja a los routers vulnerables a exploits conocidos que, aunque parcheados en modelos más recientes, siguen siendo explotables en los antiguos.
- Autenticación débil: es común que los routers tengan nombres de usuario y contraseñas predeterminados que suelen ser fáciles de adivinar o ampliamente conocidos, lo que facilita a los actores maliciosos el acceso no autorizado a la red.
- Falta de cifrado: algunos routers antiguos no utilizan protocolos de cifrado robustos para la transmisión de datos, exponiendo así información confidencial durante su transferencia.
- Ataques DDoS: los routers antiguos pueden ser utilizados como herramientas para lanzar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), convirtiéndolos en participantes involuntarios en ciberataques a gran escala.
Las redes que carecen de las medidas de seguridad adecuadas son vulnerables a ataques e intrusiones. Mantenerlas actualizadas con las últimas soluciones de seguridad reduce significativamente su atractivo para los atacantes. Los ciberdelincuentes eligen objetivos sencillos, y los routers desactualizados, al no recibir parches de seguridad, convierten a las organizaciones en blancos vulnerables.
Para mantener el buen funcionamiento y la seguridad de las redes Wi-Fi, es fundamental realizar una monitorización constante y activa. Esto permite detectar y prevenir problemas de red, la disminución de la calidad del servicio y las posibles vulnerabilidades. En este sentido, una solución Wi-Fi ideal debe proporcionar una visibilidad completa de la red y automatizar el proceso de detección e instalación de parches para garantizar que la red esté siempre protegida contra las últimas amenazas. Esto fortalece la postura de seguridad de las organizaciones frente a las amenazas inalámbricas.
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