Cómo mejorar la ciberseguridad en el sector sanitario
En los dos últimos años, el sector sanitario ha sido el objetivo número 1 de los hackers, que han intentado atacar centros de salud o incluso el departamento de sanidad de todo un país. El sector se enfrenta a amenazas como el ransomware que bloquea todo el sistema sanitario, técnicas engañosas como el phishing o las brechas de datos sensibles.
Los MSP y los centros sanitarios deben estar alineados y actuar de forma proactiva para protegerse de estos riesgos. Esta estrategia les permite lograr la protección de los endpoints y el control de daños en caso de ciberataque.
En este mes de concienciación en ciberseguridad, ¿qué medidas se pueden tomar para reforzar la ciberseguridad en el sector sanitario?
1. Formación y concienciación de los empleados
Las organizaciones sanitarias deben dar prioridad a la formación continua en ciberseguridad de todos los empleados. Los talleres y seminarios periódicos pueden ayudar al personal a reconocer los ataques de phishing, las tácticas de ingeniería social y otras ciberamenazas. Un personal informado es la primera línea de defensa contra posibles infracciones.
2. Implementar controles de acceso estrictos
Limita el acceso a la información sensible solo a quienes la necesiten para desempeñar sus funciones laborales. Los controles de acceso basados en funciones (RBAC) ayudan a garantizar que el personal solo pueda acceder a los datos pertinentes para sus funciones. Revisar y actualizar periódicamente los permisos de acceso puede ayudar a mitigar los riesgos.
3. Cifrado de datos
Es fundamental cifrar los datos confidenciales de los pacientes, tanto en tránsito como en reposo. Esto garantiza que, aunque los datos sean interceptados o se acceda a ellos sin autorización, sigan siendo ilegibles para usuarios no autorizados.
4. Mantener todos los dispositivos actualizados, tanto el hardware como el software
El uso de PCs obsoletos, así como de sistemas operativos y antivirus sin las últimas actualizaciones instaladas, suponen una importante brecha de ciberseguridad que los hackers podrían aprovechar para atacar la base de datos. El uso de dispositivos avanzados y proveedores de servicios gestionados en la nube haría a los centros sanitarios más resilientes a este tipo de amenazas. Los centros sanitarios necesitan desplegar una solución avanzada que incorpore una sólida capa de prevención, detección y respuesta ante posibles amenazas avanzadas (EDR). Si carecen de una protección completa en el endpoint, el resto de iniciativas pueden quedarse cortas.
5. Dispositivos médicos seguros
Con el creciente uso de dispositivos médicos conectados, garantizar su seguridad es primordial. Evalúa y actualiza periódicamente las características de seguridad de estos dispositivos, y segméntalos de la red principal para reducir el riesgo.
6. Copias de seguridad periódicas
Las copias de seguridad frecuentes de los datos críticos pueden proteger contra los ataques de ransomware y otros incidentes de pérdida de datos. Asegúrate de que las copias de seguridad se almacenan de forma segura y de que los procesos de restauración se prueban con regularidad.
7. Utilizar la autenticación multifactor (MFA)
La autenticación multifactor añade una capa adicional de seguridad al requerir múltiples formas de verificación antes de conceder el acceso a sistemas sensibles. Esto puede reducir significativamente el riesgo de acceso no autorizado.
8. Gestión de riesgos de proveedores
Evalúa las prácticas de ciberseguridad de los proveedores externos que tienen acceso a datos confidenciales. Asegúrate de que cumplen estrictas normas de seguridad y mantén una comunicación periódica sobre sus medidas de seguridad.
9. Implicar a los pacientes en la ciberseguridad
Educa a los pacientes sobre la protección de su información personal, haciendo hincapié en la importancia de utilizar canales de comunicación seguros cuando compartan datos sensibles. Anímales a estar atentos a su información sanitaria.
Conclusión
En el sector sanitario, donde hay mucho en juego, adoptar un enfoque proactivo de la ciberseguridad no es negociable. Mediante la aplicación de estas mejores prácticas, las organizaciones sanitarias pueden proteger los datos confidenciales de los pacientes, garantizar el cumplimiento de la normativa y, en última instancia, mantener la confianza en los servicios que prestan. El compromiso continuo con la ciberseguridad no solo protege a los pacientes, sino que también refuerza la integridad general del sistema sanitario.