¿Cuál es la diferencia entre el antivirus tradicional y el EDR?
La multiplicidad de dispositivos y la necesidad de acceder a los recursos de la red desde cualquier lugar ha desdibujado el perímetro de seguridad tradicional extendiéndolo más allá de la oficina, convirtiendo la seguridad del endpoint en un pilar esencial dentro de la estrategia de ciberseguridad de una empresa. Tanto las soluciones antivirus (AV) como las de detección y respuesta para endpoints (EDR) han sido ideadas para proteger la seguridad de los dispositivos. Sin embargo, cada una proporciona niveles de protección muy diferentes.
6 principales diferencias entre AV y EDR
Los antivirus tradicionales son softwares que se instalan directamente en un dispositivo o servidor para protegerlo de programas maliciosos. Un sistema EDR, por su parte, es un tipo de software que sirve para identificar y detener las ciberamenazas mientras ofrece visibilidad y control sobre los dispositivos en una red. Si bien es cierto que existe un ligero solapamiento entre las funciones de ambas soluciones, se diferencian en:
- Enfoque de seguridad: los sistemas AV son reactivos, por lo que esta herramienta solo actúa cuando existe una amenaza. Al contrario, las soluciones EDR son proactivas, de forma que pueden detectar y detener las amenazas que han conseguido acceder de alguna forma a los dispositivos y también prevenir su acceso, como lo hacen los AV.
- Alcance de la protección: los antivirus tradicionales son un sistema de seguridad descentralizado y con alcance limitado, además de ser más simples que las soluciones de detección y respuesta. EDR, por su parte, proporciona seguridad centralizada y supervisa continuamente las amenazas en todos los endpoints de la red, consiguiendo una protección más completa y holística.
- Método de detección: los sistemas AV se basan en firmas y patrones estáticos de las amenazas, por lo que sólo reconocen las amenazas conocidas. EDR, al basarse en el comportamiento, monitoriza y detecta en tiempo real las amenazas conocidas o desconocidas al identificar comportamientos anómalos en los endpoints de la red.
- Automatización y visibilidad: EDR recopila y analiza datos constantemente. Gracias a la inteligencia artificial (IA) y la automatización, EDR convierte esos datos en inteligencia procesable y brinda visibilidad completa de los dispositivos dentro de una red corporativa. Así, permite aislar rápidamente patrones en los datos y proporciona a los equipos de seguridad evaluaciones rápidas y precisas de comportamientos anómalos que indican amenazas potenciales. Esto permite reducir el tiempo de detección sin depender de expertos altamente cualificados, que pueden resultar más caros, además de escasos.
El sistema AV, en cambio, depende de que los desarrolladores del antivirus añadan el virus a la lista de malware cada vez que se conoce un nuevo virus o una nueva variante. En caso contrario, el malware seguirá siendo indetectable.
- Método de respuesta: el AV entra en acción cuando una amenaza se ha colado en el sistema, antes de que comience a realizar acciones maliciosas, normalmente impidiendo su ejecución, borrando el fichero y las trazas que pudiera haber dejado en el camino, todo esto se realizar de forma automatizada. EDR responde de forma automatizada con acciones como el bloqueo de su ejecución y el aislamiento de endpoints para evitar la propagación, dando tiempo al analista para investigar la posible amenaza, su impacto y la forma de recuperación de ella.
- Tiempo de respuesta: el tiempo de respuesta de los AV es inmediata y automatizada por esto, pero su capacidad de detección está limitada a los que se conoce. Los sistemas EDR son capaces de detectar amenazas sofisticadas y desconocidas que de otra forma no se hubieran detectado. El tiempo de detección y respuesta depende de la automatización en la detección, la visibilidad y la contención y remediación automatizada que los sistemas EDR proporcionan. Algunas soluciones delegan la responsabilidad en los analistas, por ejemplo, en la clasificación de ficheros que se ejecutan y que han realizado acciones sospechosas. Lo ideal es que una solución EDR detecte, investigue y tome acciones automatizadas lo antes posible para reducir el tiempo de respuesta, pero también que los falsos positivos sean tendencialmente cero.
¿Cuál es la mejor opción?
La detección basada en firmas y patrones del antivirus tradicional puede resultar ineficaz para identificar y proteger contra el malware avanzado y las nuevas variantes. Hoy en día, los creadores de malware utilizan técnicas como, por ejemplo, el malware sin archivos para eludir la detección de las soluciones antivirus tradicionales.
Para conseguir una detección efectiva en estos casos se requiere más información y contexto. Las funciones de seguridad integradas en una solución EDR permiten detectar comportamientos e indicadores de ataque y de compromiso con éxito y, gracias a la automatización de las capacidades de respuesta, los analistas de seguridad pueden delegar en el sistema la respuesta o actuar con mayor rapidez, lo que les permite ganar eficiencia a la hora de enfrentarse a los posibles incidentes de seguridad.
No obstante, el software antivirus puede ser la solución adecuada para una empresa que tenga un presupuesto reducido, sin posibilidad de contar con un responsable de seguridad que configure y supervise las acciones automatizadas de la protección seleccionada. En comparación, EDR será la mejor opción si se puede supervisar la solución de seguridad de los endpoints desde un punto de vista más amplio, proteger un mayor número de dispositivos expuestos a amenazas avanzadas, como puede ser el caso de trabajadores remotos.
Si opta por una solución AV asegúrese que esta solución es avanzada o de nueva generación, cubriendo un mayor número de amenazas avanzadas, incluidas las que usan técnicas malwareless.
En todo caso, utilizar una solución de detección y respuesta de endpoints como la de WatchGuard EPDR garantiza la protección frente a las amenazas conocidas y desconocidas al automatizar la prevención, la detección, la contención y la respuesta. WatchGuard es un proveedor de seguridad unifica bajo una única plataforma en la nube, esto quiere decir que todas las soluciones de seguridad son controlados desde un único panel de cristal. De esta forma, más que un producto de seguridad aislado se trata de una solución que ofrece valor añadido dentro de una estrategia integral de ciberseguridad que reduce los costes de infraestructura y simplifica las labores de administración de los equipos de ciberseguridad sin sacrificar un nivel de protección elevado.
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