Qué podemos esperar de un enfoque Zero Trust
Actualmente, todas las compañías cuentan con presencia digital. Aunque esto trae numerosos beneficios para los negocios, también conlleva una serie de riesgos. Los ciberdelincuentes cuentan cada vez con más medios que les permiten eludir las medidas de seguridad dedicadas a la protección de datos y tener acceso a ellos. Si estos no se protegen adecuadamente, los datos de las entidades, sus clientes y partners quedarían al descubierto, con terribles consecuencias para las compañías.
Una digitalización cada vez mayor, unida a la evolución de los ciberdelincuentes, se traduce en un mayor número de incidentes relacionados con la ciberseguridad. Así lo refleja el último Data Breach Report elaborado por Internet Theft Resource Center (ITRC), el cual asegura que en 2023 se cometieron 2.365 ciberataques que afectaron a más de 300 millones de víctimas.
Sabiendo esto, es importante que las compañías tomen medidas y blinden sus sistemas para evitar que usuarios no identificados accedan a información sensible para reducir riesgos de ciberataques.
Zero Trust 101: Todo lo que debes saber
La protección de los sistemas de una compañía ante agentes externos debe ser una prioridad para cualquier trabajador, ya sea de TI o de otros departamentos. De no hacerlo y sufrir un ataque, los daños económicos y reputacionales podrían ser irreparables.
En este sentido, contar con un protocolo de ciberseguridad que blinde los sistemas es un aspecto básico, casi imperativo. Para lograrlo, implementar un enfoque Zero Trust puede ser el aliado perfecto. Esta metodología se basa en la desconfianza por defecto y, por tanto, solo permite el acceso al sistema a aquellos usuarios que se confirman como seguros y de confianza. De esta manera, se lleva un mayor control de los accesos, elevando la protección de los sistemas y, con ello, reduciendo el riesgo de sufrir una brecha de ciberseguridad que comprometa la integridad de la información sensible de una compañía.
Sabemos que un enfoque Zero Trust puede elevar la protección de las compañías, todo ello gracias a una serie de funcionalidades que construyen nuestra estructura basada en la confianza cero. A continuación, destacamos algunas herramientas claves para establecer un enfoque Zero Trust en las organizaciones:
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Supervisión continua y en tiempo real:
La base de Zero Trust es asegurar que la identidad de cada usuario se verifique cada vez que estos soliciten el acceso. Por ello, es obligatorio contar con las soluciones adecuadas que asuman las labores de supervisión y evaluación continuada de los endpoints para confirmar que estos sean de confianza. Además, con soluciones basadas en Inteligencia Artificial, como EPDR, se puede reducir el margen de error al mínimo mientras se optimizan costes de los equipos de TI.
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Protocolo de respuesta:
Asimismo, es clave incorporar protocolos de respuesta para establecer un enfoque Zero Trust. De esta manera, los equipos pueden ofrecer respuestas proactivas ante cualquier amenaza y evitar que estas se propaguen.
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Cumplimiento normativo:
Actualmente existen numerosas regulaciones que exigen la protección de información sensible, especialmente la de terceros. En este sentido, un enfoque Zero Trust puede ayudar a las compañías a cumplir, por ejemplo, la GDPR (Reglamento general de protección de datos) y evitar así posibles sanciones.
En definitiva, Zero Trust es una arquitectura casi obligatoria para aquellas compañías que deseen un protocolo de ciberseguridad eficaz. A través de un plan de acción sofisticado, una correcta higiene y hábitos, tanto de la compañía como de los trabajadores, obtendremos un enfoque basado en la protección de las organizaciones ante las amenazas.
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