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Las 4 ciberamenazas más comunes para las organizaciones

En la era digital actual, donde los ciberataques se multiplican a un ritmo acelerado, comprender el panorama de amenazas es esencial para la supervivencia de las organizaciones. Está claro que los cibercriminales no se duermen en los laureles y constantemente desarrollan nuevas estrategias. Esto obliga a las empresas a estar a la vanguardia para proteger sus activos digitales.

Por ello, conocer las amenazas a la ciberseguridad más comunes y las medidas de protección adecuadas es fundamental para salvaguardar su información confidencial y garantizar su seguridad.

¿Cuáles son las ciberamenazas más comunes?

Si bien los ciberdelincuentes cuentan con muchas herramientas y métodos para llevar a cabo sus ataques, existen ciertas tácticas que son constantes y se repiten en una gran mayoría de los casos. Entre ellas encontramos: 

  • 1. Ransomware: 

    El secuestro de datos se ha convertido en la amenaza de ciberseguridad más peligrosa de los últimos años. Se trata de una de las ciberamenazas más temidas a nivel global, ya que no discrimina entre sectores, ni tamaño de la empresa y ataca a todos por igual. Cada industria posee características particulares que la hacen atractiva para los cibercriminales, ya sea por la sensibilidad de los datos que maneja, la dependencia de la confianza pública que posee, o por su capacidad financiera para pagar rescates. Este tipo de ataque puede paralizar las operaciones de una organización, generar cuantiosas pérdidas económicas y dañar gravemente su reputación. Es importante tener en cuenta que este ataque suele ser el último paso de un proceso de ciberataque más complejo, lo que significa que la organización ya ha sido comprometida de alguna manera previa.

  • 2. Errores en las configuraciones y sistemas sin parches: 

    Las empresas que no implementan configuraciones de seguridad adecuadas, o que mantienen los valores predeterminados de sus sistemas, se exponen a graves riesgos cibernéticos. Estos errores de configuración, que incluyen sistemas sin parches, controles de acceso deficientes, exposición de datos sensibles y componentes obsoletos, son como puertas abiertas que los ciberdelincuentes pueden explotar para acceder a información confidencial o causar daños a la organización. De hecho, existen herramientas disponibles en la Deep Web que permiten a los atacantes identificar estas vulnerabilidades de manera automatizada.

  • 3. Credential Stuffing o relleno de credenciales: 

    En este tipo de ataque, los ciberdelincuentes se aprovechan de los puntos débiles de los usuarios, como la reutilización de contraseñas, para obtener acceso no autorizado a sus cuentas digitales. Utilizando bots automatizados, prueban en diferentes sitios web pares de nombre de usuario y contraseña obtenidos en filtraciones de datos anteriores. De modo que, si un usuario utiliza la misma combinación en varios sitios, el atacante obtiene acceso no autorizado a sus cuentas.

  • 4. Ingeniería social: 

    Los ciberdelincuentes se valen de la ingeniería social, una hábil técnica de manipulación, para inducir a los usuarios a realizar acciones que comprometan su seguridad. Mediante engaños y artimañas, los impostores logran que las víctimas revelen información confidencial o ejecuten acciones que les conceden acceso no autorizado a sus sistemas. La meticulosidad es clave en este tipo de ataques. Los ciberdelincuentes investigan a sus víctimas, recopilando información personal y detalles sobre sus hábitos online. Con esta información, crean escenarios personalizados, utilizando correos electrónicos falsos, sitios web fraudulentos o incluso llamadas telefónicas convincentes, para engañar a sus objetivos.

Ante este tipo de riesgos cibernéticos, las organizaciones deben adoptar un enfoque preventivo en materia de seguridad y protección. Esto implica invertir en herramientas de ciberseguridad innovadoras. En este contexto, una plataforma de seguridad unificada surge como una solución ideal, pues establece una protección por capas que defiende a las organizaciones en todos los niveles. Esta protección integral blinda los activos digitales y garantiza la seguridad en el entorno digital. Del mismo modo, para fortalecer esta estrategia, es necesario fomentar una cultura de concienciación sobre la ciberseguridad entre los empleados, colaborar con expertos de la industria y trabajar en conjunto con los organismos reguladores. La colaboración entre estos actores clave permitirá establecer un entorno digital más robusto y seguro.

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